Historia de Panificadora la Mejor
San Pedro La Laguna, un municipio que ha hecho de la panadería una tradición y cultura.
¡Aquí su historia!
Porfirio Dionisio Par Coxaj (Q.E.P.D), conocido como "Ta* Nich" (nombre en el idioma materno Tz'utulil, su traducción al español es "Don Dionisio"), pionero en la elaboración de panes en nuestro municipio.
Da inicio en el año de 1949 gracias a sus conocimientos adquiridos a través de su padre con la elaboración de panes de forma artesanal. Muchas de las herramientas que utilizaba eran hechas de madera, tales como la artesa (caja de madera) donde se hacía el amasijo de manera manual, mesa de madera, bandejas de metal, entre otros. También se utilizaba un horno fabricado de ladrillo de barro y funcionaba con llama directa provocada por la leña de encino. Por la alta temperatura que alcanzaba el horno, era indispensable una pala de madera para introducir y retirar las bandejas con panes. Las herramientas y la manera en las que se elabora el pan eran lo que le daba un sabor peculiar al pan popular dulce, pan criollo y desabrido, que eran las únicas variedades elaboradas con ingredientes básicos.
Para conseguir la materia prima para la elaboración del pan, tenía que viajar a caballo de San Pedro La Laguna a Santa Clara La Laguna, para luego abordar un bus con rumbo a Quetzaltenango donde era el lugar más cercano. Con los años logró comercializar los panes a la región de la costa sur y otros municipios del departamento de Sololá con ayuda de sus hijos y algunos colaboradores. Se movilizaban en cayucos, a pie y con ayuda de caballos para cargar los cestos con panes. Don Dionisio y Doña Rosa de Par (Q.E.P.D), procrearon a 9 hijos; 4 mujeres y 5 varones. A los cuales desde niños se les inculcó el valor del trabajo, el amor y la pasión a la elaboración del pan.
Gracias al trabajo de Don Dionisio y Doña Rosa, pudieron darles la oportunidad de prepararse académicamente. Antonio Par (Q.E.P.D), Víctor Par (Q.E.P.D), Noé Par y David Par, hijos que al igual que los demás tuvieron la oportunidad de desenvolverse en otras áreas. Sin embargo, por el amor y la pasión que desde niños se les inculcó, continuaron con la tradición de la elaboración del pan, quienes actualmente se dedican a la comercialización del mismo.